Una historia real
Víctor Manuel confiesa que se inspiró en una historia real para la letra de Solo pienso en ti: “La escribí por una historia que conocí a través de un periódico. Hay una residencia en Cabra en la provincia de Córdoba, se llamaba Promi, donde convivían ambos sexos, eran discapacitados no profundos. Ellos trabajan ahí dentro, financiaban en parte sus vidas, y se enamoraban como cualquier persona.
Estoy contando la historia de Mari Luz y Antonio.
Al nacer, Mari Luz cayó al suelo y el golpe en la cabeza le dejó secuelas de por vida (“Cuando vio la luz/ su frente se quebró como cristal/ porque entre los dedos a su padre/ como un pez se le escurrió”).
Antonio fue internado de niño por ser “diferente”.
Pasaron los años y él, al verla, quedó prendado de ella: “Yo la vi y me gustó. Le dije: si quieres nos vamos a enamorar”. Cada día paseaban de la mano por el jardín del Centro que los acogía (“Juntos de la mano se les ve por el jardín/ No puede haber nadie en este mundo tan feliz”).
Debieron sortear un infierno de prejuicios legales y eclesiales para poder compartir su vida pero, al fin, consiguieron casarse en 1982 y vivir en un piso tutelado. Tuvieron tres hijos sanos, pero la hipocresía y el desconocimiento hicieron dudar de que fueran capaces de criarlos y fueron entregados en adopción a un familiar de Antonio.
Aquella separación les produjo un dolor inconmensurable. Cuarenta años después, el deterioro cognitivo les obliga a vivir separados, pero cada día, sin excepción, se encuentran y siguen paseando juntos de la mano por el jardín. No puede haber nadie en este mundo tan feliz.
“Solo pienso en ti” se convirtió en un himno a una tolerancia de la que nunca debemos desprendernos, porque el amor siempre irá un paso por delante de nuestro entendimiento.
A partir de hoy te parecerá aún más hermosa esta canción.
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