La música se está convirtiendo en la compañera inseparable de millones de personas en todo el mundo que están confinadas en casa.
Un canto a la vida es una canción de Vanesa Martín, compuesta junto a David Sanstisteban, un llamamiento a la unión, la empatía y la solidaridad.
El 100% de los ingresos generados por la canción en las distintas plataformas digitales van destinadas al plan Cruz Roja Responde, destinada a ayudar a las personas más afectadas por el COVID-19.
Hace 10 días me levanté y pensé en esta letra, que es como si estuviese escrita para lo que sucede hoy
"No podría quedarme de brazos cruzados y mi inquietud se resuelve en música"
Porque cuando ves La Luz del otro, te ves mejor" ha explicado la artista en una carta abierta.
Un canto a la vida es una canción de Vanesa Martín, compuesta junto a David Sanstisteban, un llamamiento a la unión, la empatía y la solidaridad.
El 100% de los ingresos generados por la canción en las distintas plataformas digitales van destinadas al plan Cruz Roja Responde, destinada a ayudar a las personas más afectadas por el COVID-19.
Hace 10 días me levanté y pensé en esta letra, que es como si estuviese escrita para lo que sucede hoy
"No podría quedarme de brazos cruzados y mi inquietud se resuelve en música"
Porque cuando ves La Luz del otro, te ves mejor" ha explicado la artista en una carta abierta.
'CARTA ABIERTA DE VANESA MARTÍN'
Y la vida nos miró de frente.
Andábamos en un punto de inflexión inquietante, difícil, tal vez indomable, demasiados artificios, quizá un ritmo desbordante, acelerado y de pronto Stop.
Vinieron a contarnos que la vida es otra cosa. Algunos nos reconocemos y recolocamos. Este Covid 19, ha teñido de preocupación y silencio nuestras calles. Nos ha parado en seco. Nos ha zarandeado los cimientos.
Hay héroes al desnudo que desplegaron la bandera de la solidaridad, profesionalidad, conocimiento, valor y entereza. Personas que llenan de aliento los hospitales, avenidas, carreteras, supermercados, farmacias, las casas vecinas, que ahora se vuelven transparentes.
Un reto, cuidar de ellos y cuidar de ti. Otro, sacar lo mejor de cada uno, la empatía y los valores más humanos para entender la importancia de un "nos".
Somos vulnerables, no pasa nada por ello, nos necesitamos, nos dolemos, pero también somos fuertes y resurgimos compañeros. Desde la parte que más arde dentro de mí, de nosotros, nace la necesidad de ayudar al otro. Esto no entiende de ideologías, sexos, batallas sociales ni modas. Es una pandemia global que nos afecta a todos. En este "canto a la vida" hablo de la raíz, de lo que de verdad es importante y sencillo a la vez, de la unión de un pueblo ante una calamidad.
Porque somos del mar, de la tierra, del sol que nos acaricia, de aquello que nace del alma y te envuelve , soy de ti y de la propia vida. Y parece olvidársenos cuando seguimos azotando el planeta con crudeza. Nuestro amor y fuerza para nuestros mayores, que fueron jóvenes y erguidos y valientes y blindaron de amor nuestras casas. Y nuestro aplauso, desde este balcón con vistas al horizonte, a todos los que están combatiendo en primera línea esta batalla terrible y en algunos casos solitaria.
Esta canción me ha retomado con David Santisteban, con quien la escribí y con Bob Benozzo, dos de mis productores y amigos a lo largo de mi carrera. Han participado musicazos y profesionales de primerísimo nivel y todo para contribuir a frenar esta curva de contagios y hacer más llevadera la espera mientras nos cuidamos y protegemos. Esta generosidad me ha sobrepasado, y estoy deseando poder compartirla con vosotros, poder contribuir de alguna manera más allá del entretenimiento. Porque cuando ves La Luz del otro, te ves mejor.
Que el Amor siga corriendo más rápido que el virus.
Andábamos en un punto de inflexión inquietante, difícil, tal vez indomable, demasiados artificios, quizá un ritmo desbordante, acelerado y de pronto Stop.
Vinieron a contarnos que la vida es otra cosa. Algunos nos reconocemos y recolocamos. Este Covid 19, ha teñido de preocupación y silencio nuestras calles. Nos ha parado en seco. Nos ha zarandeado los cimientos.
Hay héroes al desnudo que desplegaron la bandera de la solidaridad, profesionalidad, conocimiento, valor y entereza. Personas que llenan de aliento los hospitales, avenidas, carreteras, supermercados, farmacias, las casas vecinas, que ahora se vuelven transparentes.
Un reto, cuidar de ellos y cuidar de ti. Otro, sacar lo mejor de cada uno, la empatía y los valores más humanos para entender la importancia de un "nos".
Somos vulnerables, no pasa nada por ello, nos necesitamos, nos dolemos, pero también somos fuertes y resurgimos compañeros. Desde la parte que más arde dentro de mí, de nosotros, nace la necesidad de ayudar al otro. Esto no entiende de ideologías, sexos, batallas sociales ni modas. Es una pandemia global que nos afecta a todos. En este "canto a la vida" hablo de la raíz, de lo que de verdad es importante y sencillo a la vez, de la unión de un pueblo ante una calamidad.
Porque somos del mar, de la tierra, del sol que nos acaricia, de aquello que nace del alma y te envuelve , soy de ti y de la propia vida. Y parece olvidársenos cuando seguimos azotando el planeta con crudeza. Nuestro amor y fuerza para nuestros mayores, que fueron jóvenes y erguidos y valientes y blindaron de amor nuestras casas. Y nuestro aplauso, desde este balcón con vistas al horizonte, a todos los que están combatiendo en primera línea esta batalla terrible y en algunos casos solitaria.
Esta canción me ha retomado con David Santisteban, con quien la escribí y con Bob Benozzo, dos de mis productores y amigos a lo largo de mi carrera. Han participado musicazos y profesionales de primerísimo nivel y todo para contribuir a frenar esta curva de contagios y hacer más llevadera la espera mientras nos cuidamos y protegemos. Esta generosidad me ha sobrepasado, y estoy deseando poder compartirla con vosotros, poder contribuir de alguna manera más allá del entretenimiento. Porque cuando ves La Luz del otro, te ves mejor.
Que el Amor siga corriendo más rápido que el virus.